La vida es la cualidad distintiva de los seres vivos, marcada por el crecimiento, reproducción, adaptación y la capacidad de responder a estímulos.
Muertos son aquellos que han dejado de existir como seres vivos, experimentando la terminación irreversible de sus procesos vitales, dejando atrás solo recuerdos y restos.
Por definición, la vida no está muerta. Pero estar vivo aún no significa que uno esté realmente viviendo.
Los verdaderos abrazadores de la vida tienen el coraje de asumir riesgos. Saben que el entorno puede cambiar. Saben que su decisión puede resultar equivocada. Es por eso que los verdaderos abrazadores de la vida poseen adaptabilidad. Si la necesidad lo exige o su espíritu lo ordena, cambian de rumbo.
Esta combinación de adaptabilidad y valentía fomenta el crecimiento. Finalmente trasciende el miedo a estar equivocado. Llevando a una existencia más vibrante y satisfactoria.
La vida no es fija. La vida no es rígida. Asume el riesgo. Luego adapta.
Leave a Reply